jueves, 12 de junio de 2008

Desahogo


La otra noche estuve viendo La bola de Cristal en el Canal 50 años de TVE. Me apetecía, sobre todo por revisar el mito, por comprobar si persistía algo de la fascinación con la que recordaba aquellos sábados por la mañana en que lo emitían. Descubrí que sí, sin dudas. No sé qué veía entonces en La bola de Cristal. La otro noche no vi sólo el entretenimiento sino también la inteligencia, la libertad, la ironía, el desenfado, la sugerencia, el talento, la educación en las sensaciones. En El Cuarto Hombre, Javier Gurruchaga hacía lírica cachonda para hablar de la soledad, y hablaba de la soledad de grandes genios, de la soledad de gentes sencillas, de música, de arte, de la soledad del creador, de grandes y pequeños solitarios, deliberados, accidentales... todo sobre un fondo de imágenes diversas, reales o surreales, científicas y sugestivas. Cerró con un vídeo de Panic, de los Smiths. Después salió otro de aquel grupo llamado Séptimo Sello, famosos por esa canción que decía: "Todos los paletos / fuera de Madrid". No pusieron esa, pusieron otra que se llamaba Mecamadrid, en la que venían a pedir la reconquista cristiana de la capital. He buscado la letra pero no la encuentro. Me hizo gracia ese pop gamberro. Por cualquiera de las líneas de una canción así de irrespetuosa con los hermanos del Islam, esos muchachos estarían ahora clavados en una diana, estigmatizados, prohibidos. O peor.
España se ha convertido en un país muy aburrido. Muy coñazo. Vigilado por lobbies de gilipollas atentos a exigir respeto por los derechos magullados de cada mínimo colectivo. Ya no se puede hablar de nada ni bromear con casi nada. La publicidad vive en estado de sitio. Puede que Occidente también, y alegremente. Deberíamos preguntarnos por qué series como Padre de familia o Little Britain han alcanzado tantísimo éxito allí donde se emiten. Incluida España. Deberíamos preguntarnos por qué triunfa el personaje de Torrente, ajeno a cualquier valor cinematográfico. Se ríen de todo lo que ya no está permitido reírse, y tal vez por eso queramos verlas y recuperar lo que ya no tenemos, el sacrilegio, la sátira, la retranca, la ironía. El puro humor. "En Inglaterra somos el país con mayor número de travestidos por metro cuadrado de toda Europa", dice la delirante voz en off de Little Britain. "De hecho, entre 1979 y 1990 nuestro Primer Ministro era un travestido y nadie se dio cuenta". Y sigue un sketch sobre los problemas capilares de Emily y Florence, las dos mariconas decimonónicas que se pasean por un pueblo de la costa sur, destino vacacional tan trasnochado como ellas. En otro, una viejecita se orina en el supermercado mientras mantiene una conversación insustancial con una amiga, feliz e ignorante víctima de la incontinencia de su vejiga. No hace falta hablar de Daffyd, "el único gay del pueblo" galés de mineros. En Padre de familia, el perro Brian tiene un profesor en la universidad que es como Stephen Hawking y se comunica a través de una máquina, como el genial físico. Su novia es exactamente igual. La serie los muestra a ambos en una escena de cama aberrante, tumbados de lado con sus sillas sobre las colchas, las cabezas torcidas sobre un hombro, sin expresión, las bocas abiertas, reduciendo el vigoroso acto de la fornicación a un tecleo agitado y a expresiones monocordes de voz metálica: "Oh, cariño, oh, oh...". "Estoy durísimo, mi amor". "Oh, cariño, así, así, empuja, sí...". "Sí, cariño, sí, oh, oh, he estado todo el día pensando en esto". Todo sin moverse. Sin tocarse. Una máquina transmite sus pensamientos y emociones. Casi me caigo del sillón. Qué forma de reírme.
O sea, que tal vez deberíamos dejarnos de homenajes bienpensantes a la Movida y pensar por qué nos hemos convertido en los estúpidos que somos ahora, 20 años después. Absurdos actores de un pensamiento único que nadie, salvo cuatro dogmáticos, se cree del todo. Por favor. Dos ejemplos bobos: no podemos tomarnos tan en serio y ponernos estupendos para hablar del botellón... en este país donde nueve de cada diez billetes de 10 y 20 euros están
infectados con cocaína, según han comprobado en el diario El Mundo. Hay colegios que ya no celebran la Navidad, y periodistas que critican las celebraciones navideñas porque imponen un modelo... antes de irse al Corte Inglés a comprar los regalos de Reyes para sus hijos. Yo no creo ni en el laicismo ni en la religión, pero creo en las dos cosas a la vez. Supongo que porque no confío en las respuestas que sirven para todas las preguntas. Pienso que hemos cedido valores fundamentales a cambio de un decálogo de correcciones que nos hacen previsibles y planos. Pero no mejores. Y que nos hemos vuelto condescendientes con la gilipollez organizada en asociaciones. A mí no me van a convertir en una persona de mayor estatura ética cuatro listillos moralizantes que le den vueltas a los conceptos y el lenguaje. Todo lo que sé me lo enseñaron mis padres, los Hermanos Maristas, los libros y el cine. Y todo lo envolví en música. Y así vivo.
En España, entre todos hemos generado una conveniente ficción estilizada de lo que somos, y nos dedicamos a proyectarla y vivirla como si fuera la realidad. Y nos felicitamos por tan magnífica creación. Luego, claro, nos reímos mucho con
Borat porque, fíjate, qué retrógrados y qué ignorantes y qué bobos y qué incultos son los yankees. Nosotros, sin embargo, somos tan maravillosos, tan adelantados, tan respetuosos, tan integradores, tan civilizados y zapateristas... La verdad, ignoro si somos una sociedad mejor o peor que aquélla que permitía a un grupo cantar Mecamadrid y a nosotros, reírnos con esos cuatro tipos disfrazados de moros bailando la danza del vientre en un centro comercial de la capital. Sé que todos gritábamos lo de los paletos con alegría y diversión, sin ir más allá, como si Madrid fuera nuestra ciudad o el símbolo de un anhelo compartido. Igual que ahora nos reímos con Little Britain o Padre de familia, porque nos permiten recuperar algo que se nos ha negado: la capacidad para relativizar las bromas, sin mellar el significado verdadero de las cosas. Eso componía entonces nuestra mejor defensa. Ahora nos hemos vuelto imbéciles.
Quiero intacto mi derecho a sentir que me gustaba más lo de antes. Acepto lo que hay, pero me gustaba más. Puedo admitir que no fuera mejor todo aquello, pero no admito que sea mejor esto de ahora. Y lo diré con un argumento que sirve para todos los tiempos: no lo admito porque no me pasa por los cojones.

martes, 10 de junio de 2008

Las Falsas Apariencias


Un dia más me hago eco de palabras que no son mias, pero que quizás sirven perfectamente para una gran dedicatoria:


"Amistades falsas , amistades verdaderas y puras como el estado inicial de cada individuo.
Amistad falsa , la cual merece el apodo "Traicionera".
Amistad que hoy se pierde en el abismo.
Amistad cuyo culpable , es el que se atrevio a llamarla " Amistad", y dandole a esa hermosa palabra un contenido vacio y sin significado alguno.
El primer perdedor, el amigo credulo que tuvo fe y esperanza en amplificar el significado de aquella falsa amistad. Pero en el traidor yace un perdedor eterno.
Amistad, nos da tanto que pensar, a cometer ciertos errores por devocion al que ayer llame "amigo". Las comillas subrayan la ironia con la que te trato hoy.
Yo te tendi el brazo con simpleza y un cierto amor fraternal. Tu, simplemente demostraste oposicion a la ofrenda en cuestion. El lamento quedo fijado en el pasado. La importancia de reconocer a un verdadero amigo hoy se me presento. Se ha vuelto el objeto de este texto. La posicion de la conciencia es hoy primordial a toda mentira del amigo que me es falso e hipocrita. Gracias a ti , pobre individuo perdido en el pasado, he realizado la importancia de la palabra cuya importancia no se hizo notar en tu campo.
No te llamare enemigo, pues nunca fui malagradecido a tus gestos, a pesar de lo falsos que fueron. Son el simple reflejo de tu verdadero ser. El ser que hoy arde de envidia y rencor sin significado ni razon. Que pena! Pero pena no es para mi. La pena y la condena te sera otorgada por un juez supremo. El juez que decide nuestras vidas "la conciencia".
Que se siente en la soledad, dime? Hoy te encuentras en un estado lamentable de soledad y de perdicion. Hoy sera mi apogeo. Tu pena no hara mi apogeo, pero mi conciencia si, pues hoy te soy sincero, y actuar en un modo de honestidad te otorga mucho placer creelo. Me dan ganas de proponerte intentarlo. No se si mereces esta pagina. Pero al terminar algo deseo hacerlo de una manera objetiva y clara. Hoy; ultimo dia en que exites en mi presente. Hoy dia en el que estas palabras te llevaran a un pasado confuso y erroneo por mi parte. La critica de un amigo falso es sin importancia. Hoy me veo rodeado de gente luminosa, simple y sincera. No todos seran amigos , pero si sujetos existentes en mi. Hoy la rabia, el enervamiento, y el odio que llevas en tu interior ha sido evacuado con una "E" mayuscula. Creiste herir, pero hiciste reir. Creiste matar, pero a pesar de tus voluntades maleficas e insensibles, has dado fuerza y vida. Ahora vienen las ultimas palabras que te dirijo:
Ya no me llames amigo, pues hay amistades falsas y amistades verdaderas.
¿A que tipo amistad debe clasificarse la tuya?
Somos dos a saber la respuesta, y la tienes en tu conciencia.
Adios muchacho, dejandote volar en las nubes ficticias de tu supuesta amistad."

lunes, 9 de junio de 2008

La amistad es de cristal


EL CRECIENTE INDIVIDUALISMO DE LA SOCIEDAD MINA LOS VÍNCULOS ENTRE AMIGOS. La semana pasada, dos personas que no se conocían me contaron una historia muy parecida. Ambas, de diferente edad y entorno social, habían tenido durante años lo que creían que era un amigo a prueba de bomba. Sin embargo, bastó un levísimo cambio geográfico para que aquellas relaciones se disolviesen como un azucarillo. A Marta, administrativa, la trasladaron a otro departamento en la misma planta. Mientras que a Pau, biólogo, la búsqueda de vivienda lo llevó al pueblo de al lado. Fue suficiente para que aquellas personas con las que habían disfrutado parrandas y confidencias ahora los mirasen como extraños. “Siempre había pensado que la amistad era algo más sólido”, concluía Marta, decepcionada. “Antes no era así”, aventuraba Pau, recordando amistades de la mili que habían pervivido a lo largo de cuatro décadas. Las dos anécdotas ponen de manifiesto el abismo que hoy separa la idea que aún tenemos de la amistad y su peso real en el mercado de las relaciones personales. Pues resulta obvio que la apoteosis de individualismo en la que vive inmersa nuestra cultura ha comenzado ya a minar un vínculo interpersonal que había conocido tiempos mejores. “En la sociedad de consumo compulsivo, de olvido fácil y rápida reposición, la auténtica amistad es un lujo del que pocos disfrutan realmente, un bien tan amenazado como el medio ambiente”, asegura Ignacio Merino, autor de Elogio de la amistad, una erudita y amena historia sobre este tema desde la Antigüedad hasta nuestros días. Y su conclusión es que, huérfana del oropel de antaño, ha comenzado a cotizar a la baja: “Escuálida en la selva bulímica de la mercadotecnia, víctima del trueque, se convierte en artículo de usar y tirar. Un valor desdibujado por el espejismo de una sociedad en la que prima la apariencia y lo superficial. Hoy, la verdadera amistad, admitámoslo, está de capa caída. Se practica poco o de forma forzada”. Merino asegura que, como es evidente, sigue habiendo amigos; los de la niñez, el barrio, la escuela, los del verano o el trabajo. Pero, se pregunta, ¿cuántos conservamos de verdad a través del tiempo? ¿Cuántos mantiene, años después, el joven que se casa y tiene hijos? Y, tras constatar que en la cultura la amistad sigue siendo un asunto menor, como de escuela o parroquia progre, apunta su destierro del cine y, sobre todo de la música contemporánea, que se ha quedado enquistada en el amor de pareja y, sobre todo, en el desamor. “Los amigos, en nuestra zarandeada sociedad del siglo XXI, no pasan a menudo de ser compañeros del bregar diario, conocidos ajenos a nuestra voluntad, colegas de infortunio en el deambular de la existencia o, lo que es peor, amiguetes, es decir, individuos de nuestra especie que están ahí por azar, porque nacieron en nuestro barrio, poblaron las mismas aulas o talleres o tal vez sólo se emborracharon con nosotros. Pero los camaradas se hacen sobre todo en las horas duras, en el trasiego del dolor o la prueba del heroísmo, y eso, francamente, no es lo habitual. Lo que manda en la calle, lo que vemos aquí y allá, es la amistad de circunstancias, mientras valga para algo. Los amigos han llegado a ser artículo de consumo que sirven para el bienestar y, si molestan, se cambian u olvidan”. Así que un nuevo paradigma globalizador marca a la amistad en estos tiempos en que las decisiones personales tienden a tomarse sin consideración por nadie. Así fueron los años 90. “Si buscas un amigo, cómprate un perro”, era la consigna. Y hemos comenzado a transitar por el siglo XXI dispuestos a prescindir de algo que, como reza un proverbio turco, “duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad”. Lo cuenta Pau; “Con la edad he llegado a darme cuenta de que una de las mejores cosas que te puede ofrecer la vida es una cena con amigos del alma, compartiendo risas y copas. Pero es como si cada vez resultase más complicado conseguirlo”. Po se trata de un fenómeno reciente, algunos especialistas lo sitúan en el fin de los antiguos estilos de vida que comportó la Primera Guerra Mundial, Pero más recientemente, diversos estudios han avalado la rapidez del proceso. En el año 1995, un politólogo estadounidense, Robert Putnam, escribió Bowling alone (jugando solo a bolos), un ensayo en el que demostraba la profunda transformación de las relaciones. La idea se le ocurrió tras constatar la preocupación de los propietarios de boleras, una de las actividades de ocio para practicar entre amigos más extendidas en Estados Unidos, por el descenso de sus ingresos. Los datos confirmaban que el número de jugadores había crecido un 10%, sin embargo la caja había caído hasta un 40%. ¿Qué estaba pasando?. Pues que los clientes comen y beben más en la bolera cuando están en grupo que cuando juegan solos. Y que ahora acudían en mayor número sin compañía. La anécdota, para Putnam, reflejaba a pequeña escala la transformación que están experimentando los patrones de sociabilidad. Y que las consecuencias a medio plazo provocarán el repliegue del individuo sobre el ámbito privado y el descenso de la participación en organizaciones civiles estarían minando el desarrollo de normas de confianza y reciprocidad generalizadas. Un capital social de inestimable valor. Pero ya antes, coincidiendo con la masificación de la televisión, se produce un momento de inflexión a partir del cual se observa un declive progresivo en todos los indicadores de actividad cívica. Cada vez es menor el contacto con los vecinos, la implicación de los padres en las actividades de la escuela o la formación de asociaciones. ¿Y por qué todo esto tendría que ser malo?, preguntan los escépticos. Con datos del último cuarto de siglo, Putnam asegura que los lazos sociales son el mejor predictor de la satisfacción con la vida. Por ejemplo, estar casado es el equivalente de cuadruplicar los ingresos, mientras que asistir regularmente a los encuentros de un club social tiene el mismo efecto estadístico que duplicarlos. Como contrapartida, la pérdida de capital social se relaciona con peores resultados educativos, embarazos adolescentes, suicidios, mortalidad perinatal, incremento de las tasas de delincuencia y un largo etcétera de penalidades. Ciberrelaciones.- Aunque ante las repetidas voces de alarma, también se ha escuchado la voz de otros investigadores que aseguran que la amistad no está desapareciendo, sino que, simplemente, se está transformando. Si las relaciones de antaño estaban esencialmente determinadas por lugares (aldea, barrio, llamada de teléfono fijo a fijo, por ejemplo), internet y la telefonía móvil favorecen las relaciones de persona a persona, estén donde estén. “Dejamos de depender de una sola comunidad esencialmente geográfica y nos vinculamos cada vez más a una variedad de redes menos densas y más dispersas. El tejido social no se destruye, se modifica, explica el sociólogo canadiense Barry Wellman que ha bautizado este fenómeno como “individualismo en red”. El estudio titulado La fuerza de los vínculos en internet, dirigido por Wellman y fruto de una colaboración entre el Pew Internet y el Netlab de la universidad de Toronto, muestra que los internautas no se limitan a usar la red para conseguir información. “Es más, quienes usan internet son más susceptibles que los demás de haber recibido el apoyo de sus redes sociales cuando tuvieron que enfrentarse a momentos importantes de su vida”. La encuesta desmonta la idea tan asentada de que el tiempo pasado en la red afecta nuestras relaciones personales. “Es todo lo contrario. Cuanto más vemos a cierta gente en persona, más correos y llamadas intercambiamos con ellas”. En todo caso, cegados por un presente frenético, no nos paramos a pensar que del valor de la amistad, como sucede con la salud, sólo nos damos cuenta cuando la perdemos.

MANUEL DÍAZ PRIETO / Animales y racionales / La Vanguardia / 24 Septiembre 2006

viernes, 6 de junio de 2008

¿Una clase de cultura y derecho?


¿Qué se entiende por injuria o difamación?

La injuria es la ofensa al honor de una persona que esta presente y que se puede hacer en privado.
La difamación es la ofensa al honor de una persona que puede estar ausente, hecha ante otras o la publicación de hechos de menosprecio y rebajamiento ante la opinión pública que son falsos. Lo relevante en la difamación es la divulgación y publicidad que se hace de un hecho a un tercero.
En cuanto a las libertades de expresión y de información decir que toda información ha de ser constatada con la veracidad de hechos o situaciones que afecten a la esfera personal.
Respecto a la libertad de información la lesión en si del derecho debe de ser constatada con la veracidad de lo relatado ya que el que transcribe un hecho puede introducir elementos subjetivos que hacen perder la objetividad de una información.


Derecho a la intimidad
¿ Qué es la intimidad?

La intimidad es la esfera personal de cada uno, en donde residen los valores humanos y personales, siendo un derecho fundamental para el desarrollo de la persona y de la familia además de ser un ámbito reservado a la curiosidad de los demás contra intromisiones y indiscreciones ajenas.
La intimidad se ha protegido siempre de forma limitada. Por ejemplo, la violación de la intimidad domiciliaria, se centrará en aquellos casos en los que se produzcan registros no permitidos y vejaciones injustas ocasionados por los mismos.
No solo se centrará dentro de este ámbito sino que además también afecta a otros campos como son las violaciones de la correspondencia y comunicaciones personales, intimidad laboral, obtención de datos relativos a la intimidad personal, familiar, o de terceros pertenecientes a la esfera de la familia.
De tal forma que la intimidad es aquella esfera personal y privada que contienen comportamientos, acciones y expresiones que el sujeto desea que no lleguen al conocimiento público .
Todo lo expuesto anteriormente requiere una protección jurídica con el fin de que se respete la vida privada y familiar garantizando a la persona esa esfera o zona reservada en donde transcurren las circunstancias de la vida personal, nacimiento de hijos, embarazos, enfermedades, desengaños amorosos, aspectos profesionales, en definitiva, cosas que ocurren en la vida de toda persona.


Hipocritas

Mientras la mayoria del planeta se muere de hambre, una minoria privilegiada vive nadando en la sobreabundancia, ahogandose en el rebosar de bienestar y, lo que es peor, quejandose de su situación.
La riqueza en algunos países, España entre ellos, ha crecido increíblemente en los últimos 100 años, pero no del mismo modo la solidaridad y generosidad hacia los países que no han tenido la misma suerte.

Se comprende que rellenar los informativos en verano es tarea complicada, pero hasta este punto... Hoy en varios medios aparecía la noticia de que siete niñas norteamericanas habían sido encontradas por un misionero en África. Estaban en unas condiciones lamentables, malviviendo en un orfanato de mala muerte entre infecciones y hambre. La información tenía ese tufillo sensacionalista que sólo saben dar los yanquis, faltó la música de la lista de Shindler de fondo para que me echara a llorar. El misionero en cuestión se sorprendió cuando las niñas le hablaron con perfecto acento tejano y es que resulta que su madre las había abandonado allí.
De las decenas de miles de niños que mueren al día en países como Sudán, Angola o Camerún no decían nada. Pero claro, ellos no tienen acento de Tejas y nunca han estado en Houston, un error imperdonable por su parte.

jueves, 5 de junio de 2008

El Dolor de la Traición


Hoy encontre en otro las palabras que siente alguien muy cercano, y como a veces es mejor dar paso a aquel que las escribió de mejor modo y manera que uno mismo, adjunto un texto que ya tiene su autor, y que ademas expresa perfectamente lo que en verdad siente.


"¿Se puede medir el dolor? ¿Cuánto cabe en cada uno de nosotros? Me he sentido traicionada y me duele, me duele en el fondo de mi corazón, no creí merecerlo, no hice nada para ello, creo que no. Además es un dolor inútil, no sé quien fue, quien quiso herirme de esa forma, y mucho menos el por qué de su traición. Tampoco nadie se beneficiará de ello. Pero, tras la sorpresa y el sentimiento de frustración que ello me ha provocado, tomo una decisión: no dejaré que me hunda, no voy a darle el placer de verme triste o vencida! Voy a seguir igual, siendo yo misma, haciendo las mismas cosas, hablando con la misma gente; y el resto lo ignoraré! Tengo que hacerlo, al fin y al cabo tampoco sé quien lo hizo, sólo me llegó la acción; pero no me importa, ya no. Una vez más en mi vida voy a luchar, a seguir hacia delante. No sé aún las consecuencias que me traerán su traición, pero verdaderamente ya no me importa, ya no, ya sé cual es mi camino."

miércoles, 4 de junio de 2008

La vida, el tiempo y la muerte

El ser humano se encuentra en una lucha constante por entenderse a sí mismo, al no poder hacerlo ha tenido que refugiarse en sus teorías y descubrimientos tratando con ello de justificar su conducta a lo largo de los años; así ha creado la inteligencia artificial, para buscar comprender un poco la forma en que funciona la mente; ha inventado los viajes espaciales, para hurgar sobre su posible origen dentro del universo; ha hecho modelos matemáticos, que tratan de encerrar las leyes de la naturaleza en unas cuantas fórmulas; ha escrito poemas, buscando enmascarar sus deseos violentos con palabras bellas; ha jugado a la guerra, para demostrarse a sí mismo lo frágil que es...
De esta forma ha pasado su existencia, errando en la esperanza de satisfacer su alma con axiomas y teoremas. A lo largo de la historia el hombre ha explorado un sin fin de temas, sin embargo todos parecen apuntar hacia un lugar común, la explicación de conceptos como: la vida, el amor y la muerte, los cuales de alguna forma implican al tiempo.

La naturaleza tiende al equilibrio, una antigua leyenda cuenta que los seres vivos fueron formados por los dioses con los mismos elementos que componen al fuego y a la tierra, una vez que fueron creados se encomendó a Prometeo y a Epimeteo la tarea de repartir habilidades a todas las especies. Epimeteo quiso hacer el trabajo solo y persuadió a Prometeo para que no interviniera. De esta forma Epimeteo otorgó distintas cualidades a los animales; a unos los hizo veloces y pequeños, a otros grandes y resistentes, a otros más los dotó de garras y a otros de pieles gruesas, siempre buscando el equilibrio para que ninguna especie desapareciera a causa de una desventaja física. Ya que estuvo terminado el trabajo Epimeteo notó que había olvidado al hombre. Prometeo, al ver que el ser humano estaba condenado a extinguirse en poco tiempo, robó la ciencia y el fuego a los dioses para dárselos a los hombres.
A pesar de dichos regalos los humanos eran presas fáciles porque no sabían cómo organizarse, entonces Zeus se compadeció de ellos y les dio el arte de la política para que pudieran vivir en sociedad, gracias a ello la especie humana pudo sobrevivir.

Los polos opuestos se atraen, basta tomar dos imanes para comprobar dicha afirmación. La naturaleza necesita de las diferencias para continuar existiendo; gracias a una diferencia de potencial eléctrico, tenemos un flujo de electrones; debido a alturas distintas, existe la energía potencial y podemos observar magníficas cascadas; a causa del contraste de ideas, el hombre ha podido desarrollar su intelecto. Sin embargo los conceptos contrarios parecen no estar de acuerdo con los intereses de aquel que tiene el poder, de esta forma se busca llegar a un equilibrio nefasto en el cual las cosas son iguales, los pensamientos son los mismos y los sentimientos están impuestos por una sociedad que no busca evolucionar sino únicamente mantenerse a flote. El hombre ha desarrollado inconscientemente un mecanismo de defensa para evitar sentirse aislado y por ello busca que el mundo que lo rodea sea parecido a él, a pesar de que ello asegure su paulatina destrucción.
Por otro lado el juego de los contrarios podría haber originado la idea de un tiempo que fluye, porque para pasar de un estado a otro hace falta un puente cuya construcción escapa a los sentidos. La realidad que percibimos es como es debido a la forma en la cual estamos constituidos; diría Descartes que si el hombre tuviera un solo ojo el mundo sería plano. Gracias a que cada ojo capta una imagen distinta podemos ver los objetos en tres dimensiones. De la misma manera, porque gozamos de libertad para pensar, el mundo tiene un número ilimitado de realidades.
La ignorancia que tenemos acerca de la sustancia del tiempo nos hace ligarlo con el espacio, del cual nuestros sentidos dan razón, de esta forma la idea del tiempo se debe a un sin número de imágenes contrastadas en nuestras mentes. Si es posible que existan una infinidad de realidades o perspectivas del espacio, también es factible pensar en un transcurrir infinito del tiempo.

El ritmo es inherente a los objetos; cuando se aplica un voltaje alterno a un cristal de cuarzo se producen vibraciones mecánicas las cuales tienen una frecuencia resonante natural que depende del cristal, gracias a este efecto existen los relojes de cuarzo los cuales proporcionan una gran exactitud. Esta propiedad
también se puede ver en aquel experimento en donde un cantante al alcanzar un tono muy alto rompe una copa de cristal, lo cual se debe a que la voz ha igualado la frecuencia natural del recipiente.
Los ejemplos nos muestran que cualquier sistema; ya sea un cristal de cuarzo, un radio, una copa de vino, o incluso el ser humano, tienen una frecuencia natural intrínseca.
Cuando un sistema es excitado con su misma frecuencia natural tiende a la destrucción o al equilibrio dentro del caos. Cada hombre tiene un ritmo propio ligado íntimamente a su persona, eso explicaría los gustos musicales y las habilidades para el baile. Dicho ritmo o frecuencia natural o sentido del tiempo, depende del estado de ánimo, quizá por ello sentimos que el tiempo transcurre muy lento cuando estamos ansiosos o muy rápido cuando nos encontramos emocionados.
La percepción que tenemos de lo que nos rodea también lleva implícito un ritmo. El ojo no puede captar imágenes con frecuencias mayores a 60 Hz; el oído es incapaz de escuchar sonidos con frecuencias menores a 20 Hz o mayores a 20000 Hz; la voz se encuentra dentro de un intervalo de frecuencias que abarca desde los 300 Hz hasta los 3300 Hz. La naturaleza ha limitado nuestros sentidos, lo cual no implica que todos los fenómenos del universo se lleven a cabo dentro de los rangos sensibles al hombre. Un perro puede escuchar sonidos con frecuencias muy elevadas que el ser humano es incapaz de oír, y ello no quiere decir que el sonido que capta el animal sea inexistente, el sonido existe pero no tiene significado para nosotros. De manera similar se podría pensar que el tiempo existe porque notamos sus efectos, a pesar de que no podamos percibirlo.
La vida implica cierto ritmo; cuando el corazón deja de latir, el cuerpo muere; cuando los impulsos cerebrales se detienen, la mente muere; cuando dejamos de amar o de odiar, el alma muere.

La vida está hecha de recuerdos, si no tuviéramos memoria, cada instante sería como volver a nacer; y paradójicamente, si no olvidáramos, cada momento sería una eterna muerte. Tal vez el sentimiento de superioridad y poder, creado por el conocimiento, se deba a la relación del recuerdo y el olvido con la vida y la muerte, porque al recordar damos vida a las cosas, somos casi dioses en nuestras limitadas realidades.
Sin muerte no hay posibilidad de vida, y sin olvido el recuerdo carece de sentido; cada vez que olvidamos algo por completo sentimos que una parte de nuestra existencia ha desaparecido, como si jamás la hubiéramos vivido; por el contrario cuando evocamos un recuerdo y somos capaces de traer a nuestras mentes todos los detalles de aquel momento, experimentamos una extraña sensación, como si el tiempo hubiera regresado. Quizás el olvido sea un mecanismo de defensa en contra de la locura, o tal vez un ardid de la naturaleza para mantener el equilibrio en nuestras vidas.

Muchas culturas han considerado al círculo como la figura perfecta debido a que representa la igualdad y el equilibrio.
En términos formales: “Círculo es la figura plana circundada por una sola línea llamada periferia, respecto de la cual las rectas que sobre ella inciden desde un punto colocado en el interior de la figura son iguales entre sí. Tal punto se llama centro del círculo”.
Antiguamente se tenía la creencia de que la existencia era cíclica, es decir, que después de cierto tiempo el mundo se encontraría en las mismas condiciones en las cuales había estado un ciclo anterior.
Así el principio y el fin estarían en un mismo punto, si la vida y el tiempo se mueven alrededor de un círculo los acontecimientos sucedidos a lo largo de la periferia serían exactamente iguales en cada ciclo.
Existen muchas realidades las cuales dependen del punto de vista del observador. Olvidemos por un momento la periferia, y pensemos en el centro de la circunferencia como en una línea vista desde arriba; si cambiamos de posición veremos una línea en vez de un punto. A esta línea la llamaré eje de la evolución.
Ahora, olvidemos el centro y pensemos en la periferia como en un resorte visto desde la parte superior, de igual forma al cambiar de posición veremos una espiral. A esta figura la denominaré espiral del espacio-tiempo.
Cada punto en la espiral representa un instante de tiempo y un acontecimiento. El primer punto de la espiral es el nacimiento y el último la muerte.
Pensemos en planos perpendiculares a la línea de la evolución, los cuales cortan a la línea y a la espiral en un momento específico. Si observamos el corte desde arriba veríamos únicamente dos puntos, los cuales representan un momento en la evolución y un acontecimiento en el espacio-tiempo. A estos planos los llamaré planos del recuerdo.
Al sobreponer estos planos obtendremos nuevamente la línea de la evolución y la espiral del espacio-tiempo.
Finalmente baste decir que el primer punto de la evolución se encuentra en el mismo plano que el punto del nacimiento; y el punto de la muerte está en el mismo plano que el punto que representa el término de la evolución.
Carl Somárledi Dier

martes, 3 de junio de 2008

La gratitud de ser


Desde que la naturaleza del ser humano descubrió el significado de la soledad, se han registrado en la historia innumerables hitos en un afan por conquistar terrenos cercanos y colindantes, se han saltado inquebrantables vacios, se han registrado valores como una busqueda desesperada de sentirse acompañado en este gran viaje denominado vida.
La busqueda de respuestas a muchas preguntas, encaminan hacia otras aún más complejas y misteriosas, y con paso aletargado uno se encuentra en el camino muchas vidas que comparten tus mismos objetivos, o al menos los mismos deseos de vivir plenamente.
Llevaba mucho tiempo sin escribir, quizás la desidia, quizás el tiempo o quizás la decepción..., pero tras esa etapa, de la cual son todos los etxtos anteriores, y que vincularé a una fecha (año 2006), me vuelvo a reencontrar con muchos valores que pensé que habian dejado de existir.

Gracias a mis hijas Paloma e Irene, por recordarme el padre que soy de ellas, con todos mis defectos y mis virtudes, acertadas o no, esas dos pequeñas criaturas me han hecho luchar y sobrevivir a esta etapa tan dura.
Gracias a Ana, mi compañera de viaje, que sin darnos cuenta nos subimos a este tren sin amortiguadores, y hemos sufrido unos cuantos baches que sin la ilusión que nos une, nos hubiera hecho naufragar. Pero sobretodo porque además de baches hay una llamita preciosa que ilumina la chimenea del salón.
Gracias a mi hermano Arnaud, no encuentro una mejor definición para definir mi sentimiento hacia esta persona que mutuamente nos hemos dado las ganas de revivir aventuras, de volar juntos en la locura de la vida, de disfrutar cada uno de su paternidad, y de tantas y tantas locuras en la medianoche de Siones, ja, ja, ja, ja.

Gracias a Noelia, esa chispa resurgente vital, idealista con la cual he vuelto a adquirir la fea costumbre de comprometerme con mis propios valores, y a la cual no me queda mas que adoptarla como mi hermanita "sister".
Gracias a Jorge, Antonio, Ibon, Alvaro, Alonso, Jaqueline, Susana, Gianni y Dolores (La Calenda), y demás contertulios, por esas noches llenas de luna magica en las que nos hemos enfrascado a volar con los pensamientos, la dialectica y las fiestas, ja, ja, ja. Increíbles.

Gracias a todos aquellos que no aparecen aquí y han desaparecido como un soplo de mi vida, porque han demostrado realmente su sentir, su amistad, su apoyo, y sobretodo su tolerancia y respeto.

Gracias a ese personaje anonimo llamado Zorro, que aunque no soy yo, es lo mas parecido a mis verdaderos pensamientos y conciencia, y desde su posición ha dicho todo aquello que yo no me atrevia a decir por mi escrupulosa educación.
Y, por ultimo a mi padre, gracias por aguantarnos en todos y cada uno de los malos momentos que nos han tocado, de los cuales aun seguimos en pie, y resistiremos.

Todo esto me hace sentirme orgulloso de todos vosotros.

Gracias.

lunes, 2 de junio de 2008

La bella ingenuidad infantil


Este articulo merece la pena ponerlo integro, tal cual es; no tiene ningún desperdicio.
La niña del pelo corto
ARTURO PÉREZ-REVERTE El Semanal 3 de abril de 2005
Además de los perros, me gustan los críos pequeños. Me refiero a los de cuatro, cinco años, o así. Apurando mucho, llego hasta los de siete u ocho. A partir de ahí empiezan a parecerse demasiado a los adultos en que tarde o temprano se convertirán. Deberíamos liquidarlos a esa edad, dice un amigo mío que no destaca por su filantropía. Herodes vio la jugada: habría que despacharlos cuando carecen de currículum y aún no son estúpidos, malvados o peligrosos. Antes de que se desgracien y nos desgracien a todos. Antes de que dejen de ser deliciosos animalitos para convertirse en basura y azote del mundo. Eso es lo que dice mi amigo, que es algo drástico. Yo no llego a ese extremo, pero denme tiempo. Es verdad que a veces me pregunto para qué crecerán. Para qué diablos crecemos.El caso es que me gusta observar a los críos. Son fascinantes. Como los adultos somos imbéciles, creemos que funcionan sin ton ni son, en plan majareta; pero en realidad actúan y razonan según una lógica rigurosísima de la que sólo ellos poseen la clave. Son metódicos e implacables como un filósofo alemán. Cuando asistes a una discusión entre un niño pequeño y un adulto, al fin descubres, aterrado, que el más consecuente y lúcido siempre es el niño. A veces te miran con una fijeza tan extraordinaria, escrutándote los adentros, que terminas enrojeciendo, inseguro y confuso. Son jueces implacables y honrados; por eso resultan tan tiernos en sus afectos, tan crueles en sus combates, tan cabales en sus sanciones. Son lo que los adultos deberíamos ser un día, o siempre, y al cabo dejamos de ser y ya nunca somos.Ayer me detuve ante la verja de un colegio infantil. El griterío se oía desde el otro lado de la calle. Era la hora del recreo, y correteaban por el patio los zagales, con sus babis los más pequeños y sus jerséis de pico los mayores. Estuve un rato viéndolos alborotar en corros, reír, pasarse la pelota. Siempre me fijo más en los niños que van por libre; los que juegan solos o vagan a su aire. Me quedo mirando al que camina marcando muy serio el paso militar, como si desfilara, al que desliza pensativo la mano por los barrotes de la reja, a la niña que habla sola mientras hace extraños gestos con las manos, al que corre emitiendo indescifrables sonidos con la boca, al que salta pisando el suelo como si aplastara cosas que sólo él puede ver, y me pregunto qué tendrán en ese momento en la cabeza, a qué ensueño mental, a qué pirueta de su imaginación prodigiosa corresponden aquellas actitudes exteriores que para nosotros, adultos razonables que encerramos en manicomios a quienes hacen eso mismo con unos cuantos años más, constituyen un misterio.En aquel patio de recreo vi a la niña. Debía de tener cinco o seis años, llevaba el pelo muy corto y estaba sentada en un peldaño de la escalera con un libro ilustrado abierto sobre la falda. Leía con una concentración extraordinaria, ajena al griterío del patio, pasando las páginas enrocada en aquel rincón del mundo, en el refugio que el libro le proporcionaba. No leía con expresión plácida, sino obstinada; baja la cabeza, como si el esfuerzo de mantener a raya el bullicio circundante no fuera fácil. Se diría que aquella singular trinchera no se la regalaba nadie, sino que la conquistaba palmo a palmo, a golpe de voluntad. Enternecedoramente pequeña, sola y orgullosa, con su jersey de pico verde, su falda de cuadros escoceses y sus calcetines arrugados. Deliberadamente ajena a todo. Ella y su libro.Fue entonces cuando levantó la vista y me vio al otro lado de la verja. Sonreí como un Hermano de la Costa le sonríe a otro, cómplice; pero la niña me miró suspicaz, sin devolver la sonrisa, y comprendí cómo ella realmente me veía: adulto, extraño, intruso, inoportuno. Aquella francotiradora diminuta, deduje, no necesitaba mi presencia, ni mi sonrisa de aliento; estaba lejos de mí y de todos nosotros, en el mundo creado por las páginas de aquel libro y por sus particulares ensueños. Construía un espacio propio, íntimo, en el que mi sonrisa y yo estábamos de más. Así lo demostró bajando de nuevo la vista, ignorándome con el resto del universo hostil que ese libro mantenía a raya página tras página. Y mientras me apartaba con sigiloso respeto de la verja, pensé: Herodes se equivocó. Quizá ella se salve un día. Tal vez esa niña solitaria y tenaz nos haga mejores de lo que somos.

domingo, 1 de junio de 2008

El batacazo del Vaticano


Aún soy incapaz de comprender ciertos temas que me dejan totalmente atónito y perplejo. ¿Aceptaríamos que un grupo de personas tomaran las riendas de nuestras vidas y decidieran como y cuando podríamos satisfacer el hambre? ¿nos encontraríamos a gusto con alguien que nos dijera que no podemos dormir o descansar? ¿Seriamos capaces de aceptar sin ni siquiera opinar de cómo deberíamos distribuir nuestro tiempo libre?; sinceramente sería el mayor atentado contra el ser humano que se cometería, porque dejaríamos de ser entes con capacidad individual de evolucionar y pasaríamos a engrosar las filas de la completa alienación por parte del ser humano.

Desde que la historia se conoce, y aunque con muchos datos hipotéticamente veraces y científicos, el hombre ha tenido la capacidad de tergiversar el contenido real de los hechos, y uno de los grandes actores de esta farsa ha sido la cultura judeocristiana, que se ha empeñado una y otra vez en hacernos seres anodinos y completamente castrados de mente (y de cuerpo si les dejamos). A lo largo de los siglos se han cometido tantas perjurias en nombre de un tal dios, que si son en nombre de Antonio, o de Andrés, ya no serían permisibles, pero como Dios lo permite todo, parece ser que el asesinato en su nombre era disculpado con mayor agrado… En la actualidad desgraciadamente asistimos a otro intento de asesinato, el de nuestra valoración personal como individuos y como personas que pueden decidir como se obtiene el placer de nuestro cuerpo o no.

No solamente no son conscientes en la sociedad en la que vivimos, de serlo posiblemente deberían dedicar más tiempo a su desmedida auto salvación, sino que además se empeñan en mantener una cruzada ante la evidencia, ante los hechos reales, ante las devastadoras conclusiones que ofrece una enfermedad como el SIDA, y aunque no sea el único medio preventivo, el uso del preservativo tiene varias finalidades completamente coherentes ante las necesidades de un ser humano cada vez mas manipulado. Ya, por el tan solo hecho de evitar riesgos de contagio con la citada enfermedad, sería lo más evidente que se le apoyara con total unanimidad, salvo claro está que se piense que sobramos unos cuantos de este planeta.

Y para rematar esta gloriosa y audaz tarea, que alguien pueda decidir por nosotros de que manera, cuando y como obtenemos el placer con nuestro cuerpo, es ya la absoluta insensatez, y el mayor atentado que conoce el ser humano en los últimos tiempos. Por no decir, que hasta en el vocabulario tendrían que evolucionar hoy en día casi nadie usa la palabra fornicar, cada cosa por su nombre y si eso se lo dices a un muchach@ de 17 años, te contestará: ¿ese grupo donde toca?. Seamos un poco más serios señores, al pan pan, y al follar follar, y no nos andemos con tantas florituras para decir que ni podemos follar porque es ¿pecado? y además que la única manera de no contagiarse de SIDA es el no practicarlo. El cuerpo del ser humano nació para obtener placer y cuanto menos placer le demos mas deteriorado se encontrara, así que ustedes mismos. Yo de momento me voy a disfrutar del placer que me parece además de sano y saludable, una cuestión indispensable para el enriquecimiento de mi propia persona.

viernes, 30 de mayo de 2008

La expansión de la serenidad


En algún momento de nuestra intermitente estancia en esta situación en las que nos encontramos, nos hacemos preguntas reflexivas que tienden a buscar respuestas, que en el fondo intuimos o sabemos. Una de las preguntas más frecuentes que se nos plantean en este medio es que buscamos realmente..., y curiosamente las respuestas suelen ser lo menos explicitas y espontáneas.
Una gran mayoría busca hacer realidad sus fantasias sexuales, o aquellas situaciones que les ponen en cierto modo una pizca de alegría en su monotonía, ya sea porque con su pareja llego la linealidad en ese campo, o bien por encontrarse solos y buscar otra vía más para poder acceder a un estadío más placentero en su recorrido. Normalmente, el género masculino suele ser más directo, y entra a matar el toro como si de una corrida se tratase, mientras que por el contrario el género femenino se muestra mucho más recondito y fugaz con sus intenciones, y aunque en el fondo busque lo mismo no es capaz de reconocerlo abiertamente.
Otro de los perfiles que destacaría, es aquella gente que solo busca un entretenimiento para sus ratos libres o aquellos en los que no sabe que hacer, y curiosamente son un grupo de personas que normalmente suelen esconderse y parapetarse trás muchas largas evasivas para realmente conocerse de verdad, ya que tan solo les preocupa evadirse en ese momento, de donde surgen determinadas preguntas vacias de contenido y sensaciones, y se utiliza con un abuso desmedido la palabra amigo. ¿Cómo se pude desvirtuar tanto el significado de una palabra tan bonita como la amistad?
Y, después estamos una gran mayoría que buscamos interrelacionarnos con otra gente y que al menos tenemos claro que buscamos y que es lo que no queremos. Términos que confunden a mucha gente y que, desde luego son incapaces de comprender el porque hemos escogido esta vía de comunicación para llegar a realizar dicha tarea. Aun se nos sigue viendo como unos bichos raros, enigmaticos, malevolos e incluso un tanto fuera de lugar. Lo que si tengo claro es que de una u otra forma en mi caso en concreto me produce la serenidad de saber que a toda aquellas personas a las que he conocido en ningun momento nos hemos sentido engañados, ya que la comunicacion ha sido bilateral y la sinceridad abrumadora. Este es un pequeño elogio para todas esas personas a las que este medio les ha brindado la oportunidad de conocerse.
Por todos vosotros, un OLE grandisimo.
EL ARTE DE LA AMISTAD
"La amistad es el arte de olvidarse por completo de uno mismo,de todos los deseos y las necesidades egoístas,para llegar a conocer la personalidad y el carácter de otro.Es aprender a aceptar a una persona,no por lo que es exteriormente,sino por lo que revela desde adentro.Es fortalecerse con las cualidades halladas en un amigoy las experiencias mutuamente compartidas.Es aprender y llegar a preocuparse por una personahasta el punto de sufrir cuando ella sufre y de sentir su alegría cuando llega.La amistad es estar dispuesto a darsin pensar en recibir nada a cambio,a prestar tu apoyo cuando el otro está débil,a darle tu sonrisa cuando él ha perdido la suya.La amistad es la fusión de dos almas individualespara formar un espíritu completo,con un lazo común de amor y abnegación.El arte de la amistad,en su forma más básica,es amor solícito." (Vicki McClelland Feter)

Alimentos transgenicos - La muerte tenía un precio


Nuevos y extraños alimentos jamás pensados por la naturaleza ya están apareciendo en los supermercados. Los efectos de estos alimentos aun no se conocen completamente y algunos ya han tenido un efecto devastador en la salud. Por ejemplo en Estados Unidos 37 personas murieron y 1500 resultaron incapacitados. Otros productos tuvieron que ser abandonados cuando no dieron los resultados esperados.
Los genes son los patrones para cada parte de un organismo. La modificación genética es el proceso de transferir artificialmente la información especifica de un tipo de organismo a otro, por ejemplo de un pez a un tomate, o de un animal a una planta.
Los científicos quieren transferir cualidades deseables de un organismo a otro - por ejemplo, la resistencia a un pesticida o a un insecto o organismo dañino. Se puede producir suficiente comida buenísima sin recurrir a ello. Los motivos para la modificación genética son principalmente comerciales y políticos, sin estar totalmente seguros de los resultados a largo plazo. Los alimentos transgénicos ya disponibles incluyen soja, (que se utiliza en el 60% de los alimentos procesados) tomates, levadura, productos lácteos y aceite de colza. Pero esto es solo el comienzo. En unos años, a lo mejor será casi imposible encontrar alimentos naturales. De todos los riesgos indeseados de la tecnología moderna, los de los organismos genéticamente modificados son los más peligrosos. En el peor de los casos, no se podrán contener y sus efectos serán irreversibles. Los peligros de la ingeniería genética incluyen animales enfermos, organismos y enfermedades más virulentas, una biodiversidad mas reducida, mayor contaminación del agua, el alimento y la tierra, y la alteración del equilibrio de la naturaleza. Con una ya mayor intervención tecnológica en la producción alimentaría, se esta haciendo más común la comida no natural. Nadie sabrá cuantos morirán de la enfermedad de las vacas locas, que sospechan que es el resultado de alimentar el ganado con alimentos totalmente innaturales para ellos pero aprobados por los organismos gubernamentales. Pesticidas, fertilizantes, agua y aire contaminados están causando cáncer, defectos de nacimiento, una fertilidad decreciente, envenenamiento por salmonela, asma y leucemia. Estos existen en añadidura a las conocidas amenazas de contaminación de residuos nucleares, los efectos secundarios de drogas como la talidomida, la destrucción de la capa de ozono, y materiales tóxicos como el asbesto y el plomo en la gasolina. Por una parte vivimos mejor debido a los avances tecnológicos, pero cada tecnología tiene su contrapartida. ¿Que nos deparara la biotecnología en el futuro? Es demasiado pronto para poder afirmar con certeza que no habrá ningún riesgo.Esto es una llamada para la prohibición de la liberación de organismos hasta que se este seguro que habrá controles adecuados. Mientras tanto, todos los productos alimenticios deberían etiquetarse claramente para que podamos escoger lo que comemos. Proteje tu salud. Boicotea estos alimentos.

jueves, 29 de mayo de 2008

La nueva cultura del vino


El vino es un alimento histórico, componente imprescindible de todas aquellas culturas que han sabido prosperar en tierra de viñedos. Elaborado, recreado y consumido por nuestra inagotable curiosidad intelectual, posee un intenso y sutil equilibrio molecular de nutrientes e información sensorial que nos ha reconfortado tradicionalmente cuerpo y conciencia, aportando sustento y sensaciones a la casi infinita gama de sensibilidades humanas. En esta nueva cultura, el vino emerge como el alimento sensorial por excelencia, capaz de integrarse en la complejidad y la diversidad humana.
Pero socialmente es absolutamente cierto que ha subido los peldaños de tres en tres, y lo que hasta hace no muchos años, por no decir meses, era la bebida por excelencia de la gente de "alterne", de capas sociales bajas o medias, de la gente a la que se le tachaba vino=alcoholico, era la imagen en definitiva de una decadencia consentida y con ciertos valores negativos; en muy poco tiempo el giro ha sido de 180º y se ha convertido en la bebida del yuppie, del cultureta sin fronteras, del viajero apasionado, y en concreto de todos aquellos energumenos que han leido un articulo en el dominical de "El Pais", de como catar y distinguir los buenos vinos. Desgraciadamente ha creado una especualción sobre el producto que, aún en una autentica escalada, no ha parado de ascender, y al final lo terminaremos pagando quienes siempre a lo largo de toda la historia lo hemos hecho, las clases medias y bajas, aquellos que nos valemos de nuestra cultura, enseñanzas y profesiones o trabajos, y al final quedaran los verdaderos buenos productos al alcance solo de unas cuantas manos de señoritos que insultan mi inteligencia por su despotismo ante el trabajo, el conocimiento y la cultura.
El buen vino debería estar vetado a esta manada de Ñus que ni entiende, ni han entendido ni entenderan nunca lo que significa el placer de abrir un elemento vivo que nos despierta todas y cada una de las sensaciones esenciales para su degustación y disfrute.
"Aconseja al ignorante, te tomará por su enemigo" (Proverbio Arabe)

miércoles, 28 de mayo de 2008

Mitos de la sexualidad masculina y femenina


La pareja está inevitablemente influida por las expectativas culturales sobre la conducta que deben tener hombres y mujeres respecto de la sexualidad. Crecemos dentro de un medio familiar y cultural que valida y estimula el desarrollo de la sexualidad en los hombres enseñando, por lo general, todos los aspectos del erotismo y la vida sexual en forma abierta a los hijos varones. Por otra parte, a muchas niñas se les enseña a evitar el tema de la sexualidad, a vivir lo relacionado con el sexo como algo lleno de temor y culpabilidad.

Junto con esta forma de socialización surgen gran cantidad de mitos sobre las conductas propias para cada sexo, que sin duda determinarán de alguna manera, la forma de comportarse en hombres y mujeres. Estos mitos dicen relación con la masculinidad asociada a la dureza, violencia, tomar la iniciativa, la no expresión de la afectividad y priorización de la razón por sobre la emoción, etc..; por otra parte la femineidad está asociada a la pasividad, la debilidad, la sumisión, la suavidad, priorizando el uso de la emoción por sobre la razón, etc..

Así el hombre o la mujer que no responde a estos cánones es descalificado en cuanto a su identidad sexual (a los hombres se los acusa de "finos","raros","afeminados" y a las mujeres de "ahombradas", "marimachos"). En los hombres se suele asociar ciertas conductas a la virilidad. Se piensa por lo general que si alguien no es brusco, ni rudo, ni agresivo, y además es afectuoso, expresivo en lo emocional, será signo de que tiene problemas de identificación con su propio sexo. El mito está en pensar que un hombre que tiene conductas de este tipo, se parecerá a las mujeres y por ende deberá preferir a los hombres (al igual que las mujeres).

Lo mismo sucede con las mujeres si son bruscas o más agresivas en su actitud. Se piensa que deben sentir como los hombres y por ende, deberán gustar de las mujeres (al igual que los hombres). Así estos mitos confunden la identidad sexual con ciertos formas de establecer relaciones con los otros, que son individuales y personales (dependen del carácter de cada uno y de la formación en su familia de origen).

Esto determina la forma de enfrentar la vida sexual en ambos integrantes de la pareja, generando así visiones dicotómicas sobre la vida sexual y las vivencias asociadas a ella. Así los hombres tienen, por lo general, una expectativa de una relación de pareja centrada en una vida sexual satisfactoria, y las mujeres en cambio centran sus expectativas en una relación de pareja satisfactoria en el plano afectivo y romántico.

Por tanto, cuando la pareja se encuentra sexualmente surgen las diferencias en cuanto a la actitud frente a la relación sexual. La mujer tiende a tener una actitud pasiva y de sumisión, por lo general con bastante temor (intenta evitar el encuentro sexual varias veces), y su entrega va directamente ligada a la afectividad entre ambos.

En cambio el hombre tiende por lo general a ser sexualmente más activo, tiende a tomar la iniciativa, a preocuparse por la eficiencia y rendimiento en la relación sexual. Además su interés tiende a estar en la satisfacción y en los aspectos eróticos de la situación, por sobre los aspectos afectivos.

Cuando esta visión de la sexualidad se lleva al extremo las parejas tienden a tener dificultades, ya que por lo general se espera que las mujeres accedan a todas las peticiones y demandas sexuales del hombre. De acuerdo a la formación que reciben las mujeres en nuestra cultura, que tienden al recato y la no erotización de la relación sexual, muchas de las peticiones atentan contra sus creencias y normas. Cuando algunas mujeres se niegan a acceder a las peticiones sexuales, los hombres tienden en algunos casos a hacer uso de la violencia psicológica o física para lograr la relación sexual con su pareja( "es mi señora,.. mi mujer").

Si bien estas conductas están aquí un tanto exageradas, esta es la base de muchas de las disfunciones sexuales en las parejas, entre las cuales las más frecuentes son la eyaculación precoz en el hombre y la frigidez en la mujer.

En la mayoría de los casos ambos síntomas no son sino manifestaciones evidentes de la rigidez con que se vive la sexualidad en nuestra cultura.

martes, 27 de mayo de 2008

No sabría definir con exactitud este fenómeno...




Hasta cierto punto, debo admitir que la "provincia" me gusta: su tranquilidad, su buena cocina, su ritmo de vida más lento y humano, la supuesta presencia de valores que se han perdido en las grandes urbes... todo eso produce placer, sí. El cuadro idílico del pueblo de casitas, de la pequeña carretera, de los campos (cuyo simpático hedor a fertilizante es "sano"), del calor de los hogares familares... es realmente bonito y aceptable.

Pero hay cosas de la provincia que me irritan y enfurecen. No me refiero ni a cuestiones de idioma ni a otras cuestiones. No estoy hablando de nacionalismo ni de identidades históricas. Cuando me quejo del carácter provinciano hago referencia a cierta mentalidad cerrada y anti-cosmopolita propia de las zonas poco pobladas de todo el mundo.

Es como una cerrazón localista de costumbres e ideas. La gente no cambia, sigue con sus tradiciones año tras año, ignora lo nuevo, desconfía de los forasteros, se complace de su ignorancia pueblerina, y administra mal y de forma corrupta los recursos que vienen de fuera. Su mundo se reduce a cuatro fiestas anuales, una feria agrícola, cotilleo en un pequeño bar, orgullo ciego cuando se habla de otras realidades... individualismo nocivo, beato y vulgar.

Por no hablar ya de las instituciones nacionales cuando éstas son transformadas por el provincianismo: negligencia, incompetencia imperante, mafioseo, hijos y parientes enchufados, concursos defectuosos, catedráticos amateurs, escasísima calidad de la administración y de la educación...

Las personas que intentan hacer algo nuevo... bueno, no lo consiguen. Se les "corta" amablemente las piernas, pues el hijo de Fulano y el hermano de Mengano vienen primero; porque ellos son del poble y tú no. No hay nada más tremendo que un provinciano que quiera hacerse pasar por urbanita.

"Hay que luchar contra el provincianismo" (F.F. Benedetti).

lunes, 26 de mayo de 2008

El Mini-animalismo


El minimalismo corriente en cotraposicion con el Pop Art, se esta expresando en campos como la Arquitectura, la Decoración y la Musica. Si bien es cierto que esta corriente se podria definir como: no es solo lo que ves, sino lo que presupones que es...
Ahora bien, en la sociedad actual se podria tambien buscar reflejos de un minimalismo mucho mas oscuro y fugaz. Nos dedicamos a ver algo, y presuponemos automaticamente un sin fin de actitudes que en cierto modo son las respuestas típicas ante situaciones standard, y desencadena la reacción de la no tolerancia, la falta de respeto y sobretodo la falta de sensibilidad ante situaciones que de alguna manera no compartimos o nos sorprenden. El presuponer que todo tiene que funcionar como lo establecido es un signo decadente que tranquiliza a la sociedad que marcha con un paso lento y pesado sobre las lineas marcadas por una direccion costumbrista y carente de valores y expectativas ante las grandes minorias. ¿Donde se encuentra el limite de que algo es lícito o no?, por el simple hecho que una mayoria acomodada en sus pensamientos y valores se sienta amenazada por los cambios y las diferencias de criterios, no es de justicia establecer que aquello es bueno y lo demás malo, no parece lógico juzgar tan a la ligera, presuponiendo de antemano lo que va a suceder, o lo que debe de ser.
Me siento mini-animalista ante dicha sociedad, y con más fuerza que nunca reivindico muchos valores que parecen más humanos y naturales, ante aquellos que la gran mayoria consideran la verdad, la falsa e hipocrita verdad.

El renacer de los renaceres


Las preguntas sobre el sentido de la vida, el significado de la muerte, el amor y otras tantas que en la vida cotidiana se nos aparecen, adquieren una importancia extrema para nosotros mismos, y encontrar una respuesta para ellas se convierte en un largo y dificil camino que en muchas ocasiones, no somos capaces de desvelarnos a nosotros mismos.
Cada respuesta a esas preguntas es personal e intransferible, y sobretodo que debemos darlas nosotros mismos, es quizás la manera más dificil de asimilar ciertos conceptos, es saber madurar con delicadeza, es en definitiva el intento de llegar a conocernos profundamente. Nosotros no somos los que hacemos las preguntas, sino los que debemos dar una respuesta a las preguntas que nos plantea la misma vida, esa vida que llevamos y que en la mayoría de las ocasiones pretende obtener de nosotros mismos una valoracion, un analisis o una reflexion.
Podria decir que en el fondo un renacer puede conllevar estas inquietudes y encontrar soluciones o respuestas a ellas. Todos nosotros renacemos muy a menudo cada vez que decidimos buscar un cambio en nuestra vida, ya sea un gran cambio, o cualquier otro más pequeño, nos encontramos renaciendo constantemente, y quizás esa es la gran magia que nos otorga la vida, sin dejarnos caer en la desidia cotidiana, y haciendonos sentir vitales y fuertes. De nosotros mismos depende tan solo aceptar y buscar respuestas, o negarnos a la propia evidencia y vivir siempre en un mismo sueño aletargado.
Mi mas cariñoso homenaje a todas aquellas personas que intentan renacer y que poco a poco van encontrando su lugar.