SE HACE LARGA LA DESPEDIDA

ENTRE LAS COLUMNAS DEL PENSAMIENTO, CUANDO UNO SIENTE UNA FRIA AUSENCIA, Y SE HACE CONSCIENTE DE SU NO RETORNO, SE HACE DIFICIL EXPLICAR LAS SENSACIONES QUE SE ACUMULAN, Y LA MANERA DE AFECTARNOS EN NUESTRO INTERIOR. EN OCASIONES, TAN SOLO IMAGENES DEL RECUERDO, A VECES SONIDOS AUSENTES CON SU ECO, Y CASI SIEMPRE LA SENSACION DEL DESGARRO DE LA PIEL A TIRAS, HERIDAS REALIZADAS DESDE LA PARTE INTERIOR DE NUESTRA CARCASA, INTENTANDO ABRIR CAUCES DE SALIDA, MIENTRAS QUE LA MAYORIA DE LAS VECES INTENTAMOS CERRARLAS DESDE FUERA.

A TRABAJOS FORZADOS

A trabajos forzados me condena mi corazón,
del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.
No concibe mi alma mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.
No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez, declare mi inocencia,
porque, en este proceso a largo plazo,
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.
No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez, declare mi inocencia,