miércoles, 8 de julio de 2009

LA LEY DE LA INGRAVEDAD


Cuando la mente y el cuerpo se separan, surge la intolerancia, aquella que por mente no acepta vivir sin un cuerpo al que dirigir, y el cuerpo ¡vaya cuerpo!, por no tener quien le dirija. Y es que muchas veces me he planteado el porque mi cabeza está unida al cuerpo, porque estoy seguro de que la habria perdido por algun lugar.
¿Será un sintoma de rebeldía absoluta?, o ¿será que estoy cansado de luchar contra molinos de humo de chesterfield, con un mechero gratis de promoción?
Me conmueve la nostalgia, y me hace moverme en circulos, desperdiciando tantas neuronas en intentar "solucionar" en vez de hacer lo que mejor se me da "crear", que ya confundo el acto de "remendar" con el de "idear". Me siento cansado y abatido de remar rio arriba, y como una trucha salto una y otra vez a cada cascada de agua que me encuentro en el rio, pero ahora que parece llegan los remansos llego tan extenuado que me estoy empezando a dejar llevar por la corriente, aquella que me parece tan irremediablemente insulsa, y me doy cuenta que ya no puedo siquiera desovar en lo alto del rio.
Quizás sea mejor dejarse tentar por un suculento anzuelo y terminar adornando un plato de loza, por este ultimo acto me voy a sentir mas recompensado que por los demás, al menos 5€/kg no me dejara sin un buen recaudo, sobretodo para disfrutarlo en este cementerio que no es nada serio.
¡Mejor servir de carnaza a un hambriento que brillar por la ausencia de tolerancia!

martes, 7 de julio de 2009

¡¡FELICIDADES MAMA!!

Brindo por la mujer, pero por una.
Por la que me envolvió en sus besos,
por la mujer que me arruyó en la cuna!
Por la mujer que me enseñó con mimos
lo que vale el cariño exquisito,
profundo y verdadero.
Por la mujer que me abrigó en sus brazos
y que me dio en pedazos
uno por uno el corazón entero...
Por la madre adorada y bendecida
por la que con su sangre me dio la vida.
Por la que cuando me marcho al cielo implora
que vuelva yo pronto a estar con ella.
Por mi madre, yo brindo,
que es dulzura, vertida
en mi amargura y en el camino
de mi vida, mi estrella!...
(Anonimo)