domingo, 1 de junio de 2008

El batacazo del Vaticano


Aún soy incapaz de comprender ciertos temas que me dejan totalmente atónito y perplejo. ¿Aceptaríamos que un grupo de personas tomaran las riendas de nuestras vidas y decidieran como y cuando podríamos satisfacer el hambre? ¿nos encontraríamos a gusto con alguien que nos dijera que no podemos dormir o descansar? ¿Seriamos capaces de aceptar sin ni siquiera opinar de cómo deberíamos distribuir nuestro tiempo libre?; sinceramente sería el mayor atentado contra el ser humano que se cometería, porque dejaríamos de ser entes con capacidad individual de evolucionar y pasaríamos a engrosar las filas de la completa alienación por parte del ser humano.

Desde que la historia se conoce, y aunque con muchos datos hipotéticamente veraces y científicos, el hombre ha tenido la capacidad de tergiversar el contenido real de los hechos, y uno de los grandes actores de esta farsa ha sido la cultura judeocristiana, que se ha empeñado una y otra vez en hacernos seres anodinos y completamente castrados de mente (y de cuerpo si les dejamos). A lo largo de los siglos se han cometido tantas perjurias en nombre de un tal dios, que si son en nombre de Antonio, o de Andrés, ya no serían permisibles, pero como Dios lo permite todo, parece ser que el asesinato en su nombre era disculpado con mayor agrado… En la actualidad desgraciadamente asistimos a otro intento de asesinato, el de nuestra valoración personal como individuos y como personas que pueden decidir como se obtiene el placer de nuestro cuerpo o no.

No solamente no son conscientes en la sociedad en la que vivimos, de serlo posiblemente deberían dedicar más tiempo a su desmedida auto salvación, sino que además se empeñan en mantener una cruzada ante la evidencia, ante los hechos reales, ante las devastadoras conclusiones que ofrece una enfermedad como el SIDA, y aunque no sea el único medio preventivo, el uso del preservativo tiene varias finalidades completamente coherentes ante las necesidades de un ser humano cada vez mas manipulado. Ya, por el tan solo hecho de evitar riesgos de contagio con la citada enfermedad, sería lo más evidente que se le apoyara con total unanimidad, salvo claro está que se piense que sobramos unos cuantos de este planeta.

Y para rematar esta gloriosa y audaz tarea, que alguien pueda decidir por nosotros de que manera, cuando y como obtenemos el placer con nuestro cuerpo, es ya la absoluta insensatez, y el mayor atentado que conoce el ser humano en los últimos tiempos. Por no decir, que hasta en el vocabulario tendrían que evolucionar hoy en día casi nadie usa la palabra fornicar, cada cosa por su nombre y si eso se lo dices a un muchach@ de 17 años, te contestará: ¿ese grupo donde toca?. Seamos un poco más serios señores, al pan pan, y al follar follar, y no nos andemos con tantas florituras para decir que ni podemos follar porque es ¿pecado? y además que la única manera de no contagiarse de SIDA es el no practicarlo. El cuerpo del ser humano nació para obtener placer y cuanto menos placer le demos mas deteriorado se encontrara, así que ustedes mismos. Yo de momento me voy a disfrutar del placer que me parece además de sano y saludable, una cuestión indispensable para el enriquecimiento de mi propia persona.

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