martes, 28 de octubre de 2008

STEVEN WILSON - BASS COMMUNION

Bass Communion es, al menos, parte de la mina personal de la que Steven Wilson extrae esos "momentos musicales nescafé" que son el auténtico Wilson, el Wilson más puro que luego se mezcla con los componentes de sus otros grupos.

Podríamos afirmar que toda la base sonora principal de los discos de Bass Communion está compuesta por sonidos o "ruídos" que aparecen como "capturados" de una emanación sonora inicialmente no perceptible por el oído humano "normal": Bass Communion es, así, un "transmisor" o un "traductor" de esos sonidos.

En efecto, no es la primera vez que se intenta trasladar al mundo sonoro ordinario determinados "ruídos", "melodías", "sonidos" o"voces" que parecen como captados de ondas sonoras que viven en paralelo a nosotros sin que las escuchemos. Nadie puede afirmar con seguridad que una frase dicha en la época del Imperio Romano se haya perdido en el tiempo para siempre, cabe la posibilidad de que ese "sonido" siga capturado en el "éter" y sólo haya que buscarlo para reproducirlo. Al mismo tiempo, es posible que en el "aire" se escondan sonidos de otros mundos que nunca han sido "traídos" para ser escuchados.
Un intento curioso es el de la grabación de los sonidos que rodean a Jupiter, que los hay, o a la propia Tierra, los cuáles podrían perfectamente encajarse en alguna composición de Bass Communion.
Por lo tanto podríamos afirmar, en el sentido antes expuesto, que Bass Communion es un intento por trasladarnos esos sonidos a veces repetitivos, a veces lejanos, a veces inhóspitos o símplementes evocadores de escenas personales, ruídos, frases, gritos o susurros que fueron hechos y que aún perviven. Su "captura" es difícil y por eso a veces estan mezclados, solapados, o sencíllamente distorsionados.
Es cierto que Bass Communion no es el primero en intentar esa "captura sonora" del pasado o del presente de forma que se reproduzca en "música", existen varios ejemplos entre los que destacaré a David Sylvian y Holger Ezukay con su "Plight & Premonition" o a Klaus Schulze en "Dune", una obra maestra de la "percepción" de paisajes sonoros que se intentan trasladar al oído humano. En muchos casos se abre sencíllamente el receptor de una radio " a ver qué pasa" y en otros, como el caso de Bass Communion, se recomponen esos sonidos y se sirven de manera al menos un poco melodiosa para que podamos disfrutarlos.

El último ejemplo de estos experimentos lo ejemplifica a la perfección los vinilos de Bass Communion "Ghosts on magnetic tapes", en el que la captura se concentra en voces de aquellos que nos dejaron y que, o siguen con nosotros en una dimensión sonora especial, o de los cuáles permanecen atrapados en el aire sus voces y ruídos. Este trabajo de Steven Wilson, uno de los que el propio músico se muestra más orgulloso de haber realizado, emula sesiones de Konstantine Raudive en 1970, se trata de un filósofo espiritualista letón que inventó un aparato denominado "goniómetro" con el que se capturaron muchas "psicofonías" y que publicó un libro el cual, significativamente en relación con lo hasta aquí dicho, se titula: " Lo inaudible se vuelve audible"... .
No creo que esta interpretación de la obra de Bass Communion sea ajena a Steven Wilson, antes al contrario, el uso de instrumentos como flautas o el Yang-Chin permite suponer un intento por viajar al "otro lado" con sonidos "básicos" de viento o percusión que evocan sonidos ya "sucedidos" y que se desean recuperar mezclados con la electrónica más moderna: todo junto porque igual en el aire está todo junto, todo junto porque igual nos rodea un conjunto inmenso de sonidos que estan detrás del silencio esperando a ser escuchados.

Tampoco es desechable la idea de que, como destacara el inmenso Julio Cortázar, cuando se haga o se escuche música se viaje a una dimensión cuyas reglas espaciales y temporales sean distintas de las que "aquí" nos gobiernan ( ver "El Perseguidor" de Julio Cortázar, un cuento sobre Charlie Parker, un saxofonista real de jazz que "viajaba" con su música a "otros sitios" y que tenía una concepción muy especial del "tiempo", de la música hecha o por hacer..., tanto que una vez en plena sesión de grabación se detuvo y grito: "No..., esto ya lo toqué mañana...")
Quisiera decir, por último, que el reduccionismo consistente en calificar las composiciones de Bass Communion como "música ambient" me parece, como mínimo, poco adecuado: colaboraciones como las de Fripp o el sempiterno Theo Travis creo que alejan a Bass Communion de esa "etiqueta" conviertiendolo en "otra cosa" que, a mi entender, resulta ser más progresiva que ambient, eso sí, se trata de una progresividad "especial": a Bass Communion no se le puede escuchar para crear un ambiente porque eso implica perderse los pliegues pequeñitos de su sonoridad, allí donde residen los momentos más intensos. Es más, si se buscan pueden encontrarse puntos de conexión con Peter Gabriel, Mike Oldfield, Pink Floyd, Tangerine Dream, etc.


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