ALMARAZ DE LA MOTA o UN PUEBLO FANTASMA

La migración a las grandes orbes y ciudades, la falta de estímulo a las actividades agropecuarias y de políticas de desarrollo rural, entre otras posibles causas originan pueblos fantasmas o deshabitados; poblados históricos, cuasi legendarios en los que no queda nadie pero permanecen sus estructuras edilicias e infraestructura así como su historia. Y en algunos casos desaparecen por completo, como si no hubiera habido nada en ellos.

Asturias es la provincia que más pueblos fantasmas posee en relación a los pueblos que tiene en total, un 9%, es el índice más alto de España, son 637 localidades vacías. Aunque en este caso, mi homenaje es a Almaraz de la Mota, pueblo que vio nacer y crecer a mi padre. Una fuente anonima me ayudo a establecer su historia en el flodeo, que traslado aqui.

Antes de su extinción, hace casi medio siglo, Almaraz de la Mota repartía su caserío a ambas orillas del arroyo de la Viña. El pueblo fue propiedad de la Casa de Alba, que lo habitaba con aparceros, y tenía buen monte de encinas, además de los pastos y las tierras de labor. La venta de viajeros estuvo hasta fines del dieciocho en el portillo, pero tuvo que demolerse porque las distancias la convirtieron en frecuente casa de acogida para maleantes y facinerosos. La iglesia tenía armadura mudéjar y algunas pinturas al fresco. A los Alba les compró el pueblo, con su término de monte, pasto y cereal, el marqués de Villachica, que se adelantó a los vecinos, quienes llevaban tiempo con ese interés. Luis Villachica fue dueño del lago de Sanabria hasta que el ministro Indalecio Prieto lo recuperó para el dominio público. Tuvo una hija natural a la que bautizó como Victoriana, que heredó el título y se construyó un palacio sobre el Duero, cerca de Toro, en una finca desamortizada. Para mantener aquellos lujos, vendió Almaraz, con cuyo caserío acabó el trazado de la autovía.

Hoy me gustaría devolver el aroma, las vistas y el sabor a aquellos que aun recuerdan con añoranza las vivencias andadas por esos pueblso que solo habitan en las huellas del pasado.