Despertarse en medio de un charco de sudor, porque tu constante determina que hay muchas variables que van cambiando y evolucionando hacia caminos diferentes, sin saber como y porque llega una mañana que ya no hay ningun charco donde chapotear, que el excesivo calor evaporó el poco líquido que quedaba, y de repente piensas que hay que realizar una mutacion y encontrar unas alas para poder volar.
Y, es cierto que desde el aire, todo adquiere una perspectiva bien diferente a la que uno se habia acostumbrado en el agua, pero como pensaba, la evolucion es un enorme cambio que implica rupturas de moldes ya existentes.
Descubrir, reflexionar, encontrar, y desde luego, observar; son matices dentro de una enorme rueda que a dia de hoy me hace dudar enormemente de las condiciones de los sentimientos. Me entristece enormemente que sin lugar a dudas ya no hay casi peces que naden en grupo, o pajaros que vuelen en conjunto. Solo veo egoismo, individualidad, y lo que es peor de todo, una grandisima envidia malvada, que con un ritmo imparable no hace otra cosa que avanzar impregnando todo lo que tiene a su alrededor.
Hoy, mas que nunca, me siento en un mar seco y vacio de esas sensaciones. Los autobuses ya no son de ida y vuelta, y el conductor ni siquiera percibe el terrible pensamiento de que algun dia el combustible se acabará.
Ya es hora de elevar el vuelo, y dejar que el agua vuelva a su cauce.
Adios.....
1 comentario:
adios es una palabra que a veces expresamos sin la convicción de que realmente queramos decir un adiós... Cuando los panoramas cambian, cuando sus actores (entendiendo por ellos a quienes se encuentran inmersos en esos panoramas, a quienes participan de y en él)también cambian, cuando las cosas dejan de ser lo que fueron (y a lo que de una u otra manera nos acostumbramos) empezamos a evaluar y re evaluar la posibilidad de dar un giro, un vuelco o pinceladas de cambio a nuestras vidas... y entonces queremos (o soñamos) con levantar vuelo.
Es quizás esto una utopía pues sabemos en lo más profundo de nuestro ser que a menos que estemos totalmente decididos a volar (a sabiendas de que quizás en ese vuelo perdamos el norte, o nos estrellemos, o sigamos volando indefinidamente, o nos encontremos con un Triángulo de Las Bermudas y nos perdamos o que lleguemos hacia y hasta donde queremos llegar) el riesgo es tan grande que nos conformemos con apenas separar tímidamente los pies de la tierra...
En todo caso, como siempre, deseo que pegado a tierra o volando encuentres lo que deseas encontrar y logres dejar atrás aquello que desees dejar.
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